miércoles, 1 de septiembre de 2010

*+* Días contados *+*

MUJER 1: Creo que Carter engaña a Samantha.

MUJER 2: ¿Qué o quién te ha dicho eso?

MUJER 1: No sé, es algo que presiento, una certeza. Como cuando sabes que va a llover... Espera un momento. ¿Cómo que 'quién'?

MUJER 2: No sé. Pensé que igual te habían dado un soplo.

MUJER 1: ¿Acaso crees que alguien más lo sabe?


MUJER 2: No tengo ni idea, Charlotte. Simplemente estabas tan segura que pensé que te lo habrían contado.

MUJER 1: Tú tampoco pareces muy sorprendida.

MUJER 2: Qué quieres que te diga. Tarde o temprano iba a pasar.

MUJER 1: ¿Por qué?

MUJER 2: ¿Carter y Samantha? ¡Por favor! Lo suyo fue un amor de instituto que se empeñaron en llevar al altar. ¡Si durante la universidad apenas se veían!

MUJER 1: Bueno, vivían en ciudades distintas.

MUJER 2: ¿Y qué? Oxford y Londres apenas están a una hora y media en tren, por Dios. ¿Te parece mucha distancia para estar enamorado?

MUJER 1: ¿Qué insinúas?

MUJER 2: ¡Nada! Simplemente que nunca creí en lo suyo. Seguramente Samantha se sintió fascinada por aquel futuro estudiante de políticas que le descubría los males del capitalismo.

MUJER 1: ¿Y él?

MUJER 2: ¿Carter? Carter es demasiado hombre para una mujer como Samantha.

MUJER 1: ¿Por qué dices eso?

MUJER 2: Samantha es la esposa que todo hombre querría, menos él. Tan hogareña, tan dulce, tan ingenua...

MUJER 1: ¿Y qué busca él, si puede saberse?

MUJER 2: Carter necesita una mujer valiente, decidida, dispuesta a seguir su ritmo. Alguien que mire a la vida directamente a los ojos y no intentando enternecerla con su mejor sonrisa.

(Silencio)

MUJER 1: Creo que deberíamos decírselo.

MUJER 2: ¿El qué?

MUJER 1: ¡A Samantha! Creo que deberíamos contarle lo de Carter.

MUJER 2: Espera, espera, espera... ¡Pero si es sólo una sospecha!

MUJER 1: No, créeme Louise que es más que eso. Yo...

MUJER 2: ¿Qué vas a hacer, plantarte en la puerta de su casa mientras él está en el despacho? 'Disculpa Samantha, ¿tienes un minuto? Verás, es que tu marido se acuesta con otra. Bueno, eso creo'.

MUJER 1: Después de lo que me has contado no me parece tan mala idea. Con adulterio o sin él tampoco parece quererla mucho.

MUJER 2: ¡Bienvenida al mundo real!

MUJER 1:  A mí me gustaría que alguien me lo contara. Que me intentaran abrir los ojos aunque yo no quisiera. Estaría más atenta.

MUJER 2: ¿Por si encuentras una mancha de carmín en el cuello de su camisa blanca? Tanto si es verdad como si no, es mejor que no se entere.

MUJER 1: ¿Y qué le queda? ¿Pasarse la vida de la casa al supermercado y del supermercado a casa sin saber que tuvo motivos más que suficientes para cambiar de vida pero que todo el mundo se los ocultó? Ahora es el momento, antes de que haya niños de por medio.

MUJER 2: Veo que tu fuente te ha dejado a medias.

MUJER 1: ¿Qué?

MUJER 2: El primogénito está en camino. La primogénita, para ser más exactos. No podía ser de otra manera. Será cándida y rubia como su madre y seguramente la llamarán Claire como su abuela. Hace semanas que es la comidilla del barrio. Así que en un par de meses se harán realidad todos tus temores sólo que Samantha estará oronda y agotada.

MUJER 1: Todo esto es muy cruel.

MUJER 2: Pues sí, pero no es culpa tuya ni mía. Además no creo que haya sido la primera vez y menos que vaya a ser la última. Así que déjate de remordimientos porque habrá otros muchos por ahí con la conciencia tranquila y sin necesidad de abrirle los ojos a Samantha.

MUJER 1: ¿Tú crees?

MUJER 2: ¡Estoy segura! No hace ni dos semanas que coincidí con Carter en el cumpleaños de Jack. No llevaba ni cinco minutos en la fiesta cuando vino a saludarme con los brazos abiertos. Me dijo que se alegraba de mi compromiso con Randy pero se alegró aún más cuando le dije que estaba sola en casa todo el fin de semana porque Randy se había ido a visitar a unos familiares a Edimburgo. Me dijo que si tenía miedo ya sabía dónde encontrarle. ¡Se me insinuó! ¿Te lo puedes creer? ¡El muy idiota! Pero yo no caí. No soy como esas jovencitas que desfilan por su cama día sí y día también. Se le veía venir de lejos... Ahora que lo pienso Samantha también estaba por allí y Claire debía de estar germinando. Así que ya ves, Charlotte. Para cuando averigüesa el nombre de la amante, Carter ya se habrá encargado de buscar una nueva.

(Ése fue el día que Charlotte descubrió que lo suyo con Carter tenía los días contados)

No hay comentarios:

Publicar un comentario